Greg Norman apareció en Augusta National el mes pasado sin haber sido invitado. El tres veces subcampeón del Masters tuvo que recurrir al mercado de reventa para conseguir una entrada al torneo. La hilarante situación no hace más que resaltar el estado actual del panorama golfístico.

Como ex campeón de majors, lo usual sería que Norman recibiese una invitación honorífica de Augusta National, pero no fue así. Esto deja mucho que decir. Aunque algunos lo llaman mezquindad, Augusta ciertamente tiene todo el derecho de actuar como le plazca. Sin embargo, ¿no sería mejor que los juegos infantiles cesaran y que se priorizara encontrar soluciones a la crisis actual?

Norman, por su parte, tampoco se hizo ningún favor alardeando públicamente sobre su entrada de reventa. Como comisionado de LIV Golf seguramente tenía acceso a otras formas de asistir, como obtener una entrada de los 13 jugadores del LIV en el Masters. Seguramente Norman no tenía intención de asistir todos los días, y los jugadores reciben ocho entradas gratuitas por día. ¿Ninguno de los jugadores de LIV podía prescindir de una única entrada para su jefe durante un día o dos? Algo de este teatro pudo evitarse.

El martes, el tema surgió de nuevo. Sorprendentemente, el nombre de Norman formó parte de la conversación en Royal Troon, donde la R&A organizó la vista preliminar para el Open Championship. El porqué de la discusión sobre el dos veces campeón del Abierto es poco claro, pero allí estaba.

Dos años atrás, Norman recibió la negativa a una invitación al 150° Abierto en St. Andrews. Las hostilidades de LIV apenas comenzaban y su presencia fue considerada una distracción por el CEO Martin Slumbers. Sin importan que Norman es dos veces campeón del evento y debía haber sido parte de las festividades. Quizás, en ese entonces, era entendible.

¿Pero ahora? Cuando el golf busca una resolución a las disputas fuera del campo, parece un buen momento para dejar a un lado ciertas mezquindades.

"No creo que haya un 'G Norman' [en la lista]", dijo Mike Woodcock, el director de comunicaciones corporativas de R&A. "Creo que me hubieran avisado si lo hubiera. Entonces, no estoy al tanto de que él haya comprado una entrada por el momento."

"Obviamente, todavía hay entradas disponibles en la plataforma de reventa u hospitalidad. Es muy bienvenido a buscar por allí."

No queda claro si Norman incluso ha solicitado asistir. Lo usual para un dos veces campeón del Abierto (1986 y 1993) sería considerarlo un mero trámite.

Por supuesto, Norman también debe comportarse adecuadamente. Si sus intenciones son agitar las aguas, entonces no tiene nada que hacer allí. Recordemos que ha sido el propio Norman quien afirmó que no tiene nada que ver con las negociaciones del Fondo de Inversión Pública con el PGA Tour y el DP World Tour. Según ha declarado, LIV opera de manera independiente.

De ser así, no hay ningún asunto que tratar a nombre de LIV en el Open.

Tal vez todos los involucrados deberían dar un paso atrás y observar cómo esto se está desenvolviendo. No le está haciendo bien a nadie.