En el torneo Genesis Invitational del PGA Tour en Los Ángeles gracias al LIV Golf cada vez hay más jugadores nuevos y más jóvenes.
Si se miran los resultados del año pasado en el Riviera Country Clu, más que cualquier otro torneo hasta ahora en el calendario del Tour 2022-23, el impacto de más de 20 exjugadores del Tour que ahora juegan en la LIV Golf League y están suspendidos del PGA Tour se ha sentido en el Genesis. Es un impacto que se ha atenuado con el anuncio de Tiger Woods de que jugará en el evento que alberga, en su primera apertura de temporada.
¿Coincidencia?
El ganador del Génesis del año pasado, Joaquín Niemann, no está jugando porque se unió a la lista de jugadores del circuito de golf LIV, muchos de los mejores jugadores entraron en las LIV Golf Series.
También faltarán Cameron Tringale (empatado en el puesto 13), Mito Pereira, nueva incorporación del LIV Golf, y Paul Casey (empatado en el puesto 15), Sebastián Muñoz también incorporado al LIV Golf (empatado en el puesto 21), Jason Kokrak (empatado en el puesto 26), Cameron Smith (empatado en el puesto 33) y Pat Perez, Abraham Ancer, Sergio García y Carlos Ortiz (todos empatados en el puesto 39), ya jugadores del LIV Golf.
Otros diez jugadores que no pasaron el corte no estarán en Los Ángeles, incluidos cuatro jugadores que se han combinado para nueve campeonatos importantes, Dustin Johnson, Bubba Watson, Brooks Koepka y Patrick Reed.
Eso hace un total de 21 jugadores en el campo para el Genesis Invitational del año pasado que no jugarán esta semana. Hubo 17 ex jugadores del LIV Golf en el campo en eses torneo en 2022 que no jugaron este año, 16 en el Farmers Insurance Open y 15 en el WM Phoenix Open.
Pero el mayor impacto está por venir, habrá 25 participantes en el Campeonato de Players del año pasado que se han unido al LIV Golf y no pueden jugar este año. Incluye a la estrella del golf Cameron Smith, cuyo 66 fue una de las rondas finales más emocionantes para un ganador en la historia del torneo, el subcampeón Anirban Lahiri y el tercer clasificado Paul Casey.
Otros dos jugadores que estaban entre los 10 primeros tampoco jugarán, Harold Varner (empatado en el sexto lugar) y Johnson (empatado en el noveno).
Es la naturaleza del campo The Players que perdería más que otros torneos en la lista de suspensiones del LIV Golf. Es el evento insignia del PGA Tour, con la bolsa más grande, y siempre es imprescindible jugarlo.
Y sus lugares serán ocupados por los mejores 144 jugadores que el Tour pueda obtener, encabezados por los últimos tres jugadores en ocupar el puesto número 1 del mundo, Scottie Scheffler, Rory McIlroy y Jon Rahm.
También es probable que jueguen otros grandes campeones como Collin Morikawa, Justin Thomas, Matthew Fitzpatrick, Justin Rose, Jason Day y Hideki Matsuyama; los ganadores veteranos Billy Horschel, Patrick Cantlay y Tony Finau, y las estrellas emergentes Max Homa, Tom Kim y Seamus Power.
De hecho, The Players está en camino de obtener 45 de los 50 mejores actuales del mundo aunque el ranking mundial de golf profesional masculino ahora mismo no significa nada.
Los defensores de LIV Golf responderían que Johnson, Koepka, Reed, Kevin Na, Casey, Jason Kokrak y otros se han quedado fuera del top 50 porque el comité del ranking mundial de golf aún no otorga puntos para los eventos LIV.
¿Y qué es eso que dicen de que cada puerta que se cierra, otra se abre? Tener 25 lugares abiertos por la suspensión de los profesionales de LIV Golf puede haber acelerado el proceso para la próxima generación de jugadores jóvenes. Entre los que están en línea para hacer sus primeras aperturas de Jugadores:
∎ Ryan Fox de Nueva Zelanda, que ocupa el puesto 29 del mundo, con 11 resultados entre los 10 primeros y dos victorias en todo el mundo en los últimos 18 meses.
∎ Davis Thompson de St. Simons Island, Ga., el último de una larga lista de productos de la Universidad de Georgia que llegaron al Tour y estuvo igualando tiro por tiro a Jon Rahm durante la mayor parte de la ronda final en el American Express.
∎ Taylor Montgomery de los EE. UU., un ex jugador de la UNLV y un putter mortal que silenciosamente se ha movido al décimo lugar en la lista de puntos de la Copa FedEx. Abrió la temporada con cinco actuaciones consecutivas de to-15, tres de ellas entre los 10 primeros.
∎ Ben Taylor de Inglaterra, quien jugó golf universitario en LSU y es una máquina de golpes verdes, con un empate en el tercer lugar en Houston y un cuarto en el Sony Open.
∎ Alex Smalley de EE. UU., quien jugó en Duke y empató en quinto lugar en el RSM Classic en Sea Island en noviembre con cuatro rondas de 67 o más.
Para la mayoría de los golfistas, lo que valora la habillidad en el campo es el hándicap. Es una medida no solo para compensar nuestras puntuaciones, sino también de la dificultad de dónde jugamos. Ambos factores son esenciales.
Porque los profesionales siempre juegan scratch, y el objetivo principal del hándicap es ayudar a los jugadores de diferentes niveles de golf a llegar poder competir de forma ajustada. Pero un sistema de handicap entre profesionales, o al menos una ligera variación, podría ser útil en la situación actual.
Para los que no prestan atención, el golf profesional se encuentra en un punto de inflexión.
Hay tours de golf profesionales compitiendo, y una serie de campeonatos importantes como los Majors en el medio que piden determinar quién es elegible para jugar en ellos y quién no. Por ahora, esos grandes se basan en el Ranking Mundial Oficial de Golf (OWGR) para hacer muchos de esos cálculos, pero ese sistema también tiene críticas.
El conflicto central: la OWGR no otorga puntos de clasificación para los eventos de LIV Golf, lo que significa que los jugadores de LIV están cayendo en las clasificaciones y corren el riesgo de quedar excluidos de futuros majors.
¿Están esos jugadores realmente empeorando? En realidad no, y ahí radica el problema. Cualquier sistema que dependa de la comparación del desempeño de los golfistas en eventos específicos se vuelve problemático en el momento en que comienza a debatir la validez de los eventos de un recorrido frente a los de otro.
Pero, ¿y si el sistema que evalúa el mérito de los jugadores se basara menos en contra quién jugaron y más en cómo jugaron en campos específicos? En otras palabras, ¿y si el golf profesional tuviera algo así como su propio hándicap?
Ahora, antes de continuar con esta idea, un par de advertencias. El concepto del que hablamos se basaría en algún momento en un algoritmo bastante complicado, pero ese algoritmo se puede hacer.
En segundo lugar, la razón por la que el sistema actual tiene fallos es porque contiene algunos sesgos inherentes, y mi concepto aspira a eludir las áreas más problemáticas. Pero algo de subjetividad es inevitable, por lo que el desafío es al menos colocar las llamadas de juicio en los elementos menos tensos.
De todos modos, volvamos al sistema de handicap, que en su esencia hace dos preguntas: ¿Qué disparaste? ¿Y dónde jugabas? Necesita ambos porque los golfistas reconocen que un 70 de las puntas en Winged Foot es mucho más difícil que un 70 en un campo de 5700 yardas con greens planos y sin obstáculos.
Sabiendo eso, la primera desviación para Pro Golf Handicap (PGH) sería la necesidad de un análisis más profundo de los campos de golf, lo que llamo la Calificación de campo ajustada (ACR). Recuerde, en los niveles más altos de golf, los diseños que los jugadores deben navegar en los torneos apenas se parecen a los que enfrenta un jugador promedio en semanas normales. Rough es más alto, los greens son más rápidos, los pines se colocan más cerca de los bordes.
En un Pro Golf Handicap, debería haber un sistema de calificación del campo que también tenga en cuenta las variables de configuración, es decir, hacer 70 en Winged Foot ya es muy bueno, pero si lo haces en el US Open, es élite.
¿Cómo llegaríamos a este cálculo? Podría ser una combinación de tener en cuenta números fijos (velocidades de los greens, altura aproximada, distancias), pero también comparar los resultados con el promedio de campo de ese día.
Las fórmulas de golpes ganados están diseñadas de manera similar, y la OWGR también tiene una de ellas, pero por razones que explicaré más adelante, la métrica de golpes ganados de la OWGR también es problemática.
Por lo tanto, la calificación ajustada del campo es un requisito exclusivo de un Pro Handicap.
El otro es ciertamente aún más complejo, porque como sabemos, el rendimiento de un golfista profesional no se trata solo de lo que dispara y dónde, sino también de cuándo.
La importancia del torneo, lo que estaba en juego, si comenzaron el día con ventaja o estaban 10 golpes atrás: esta es otra capa de contexto que contribuye al grado de dificultad de las puntuaciones.
Nuevamente, si estamos de acuerdo en que hay una diferencia entre hacer 70 en diferentes configuraciones de campo, probablemente también podamos estar de acuerdo en que hay una diferencia entre hacer los 70 el jueves por la mañana de un evento del Korn Ferry Tour y el domingo por la noche de un US Open.
Para que esta fórmula funcione, se requeriría una combinación de datos históricos (la puntuación promedio del líder de la ronda final, etc.) y otras consideraciones que tienen en cuenta el desafío específico de una ronda.
Handicap de golf profesional* = ([Clasificación del campo ajustada x Índice de dificultad situacional] - Puntaje del torneo de 18 hoyos) ÷ Rondas del torneo
Es cierto que este Índice de Dificultad Situacional (SDI) requiere cierta subjetividad para determinar por qué una ronda de golf es más importante que otra, e inmediatamente plantea la pregunta difícil de qué magnitud debe asignarse a la historia o "prestigio"* de un torneo (que sería presumiblemente favorecen los eventos de larga duración del PGA Tour o del DP World Tour sobre los eventos inaugurales de LIV Golf).
Entonces, sí, algunos de estos criterios requerirán decisiones reales de personas reales, pero el objetivo es que los datos tomen el control a partir de ahí.
(*También está la cuestión aún más turbia del dinero. Uno podría suponer que cuanto más dinero esté en juego en un evento, mayor será la magnitud, y en algunos casos eso es cierto. PERO... si una gira arroja montones de dinero a los jugadores para empezar y incluso el dinero del último lugar está garantizado y es significativo, se podría argumentar que el pago deja de jugar un papel determinante).
Entonces, ¿podría esto funcionar? ¿Podría un Pro Handicap reemplazar al OWGR como una forma más justa de comparar a un jugador con otro?
Aquí es importante recordar el problema que estamos tratando de resolver y las razones por las que el sistema actual no lo hace.
Más allá de la financiación del LIV Golf, sus detractores dirán que su producto competitivo es inferior, un recorrido que busca legitimidad mediante la colocación de algunos ceros al final de las bolsas del torneo.
En ausencia de puntos en el Ranking Mundial para sus eventos, los jugadores que de otro modo no estarían exentos de los Majors descenderán más en el OWGR hasta quedar completamente excluidos.
A lo que se podría decir, mala suerte. Esta fue la elección que hicieron esos jugadores cuando se unieron al LIV Golf. Tal vez eso sea cierto, pero recuerde, los campeonatos principales son los eventos más importantes del golf porque reúnen a los mejores jugadores en los mejores campos.
Excluir a los golfistas de LIV de competir pone en peligro esa promesa y, a su vez, socava la importancia de las grandes. Esto podría ser malo para el golf.
Entonces, si queremos que los mejores jugadores de golf sean elegibles para los torneos más importantes, entonces necesitamos un método de manzanas con manzanas para determinar el nivel de juego actual de un jugador.
La OWGR está revisando actualmente la solicitud del LIV Golf para otorgar puntos para el Ranking Mundial, pero parece que las LIV Golf Series no cumplirán con los requisitos de inclusión de la OWGR. Ganar un evento de LIV Golf, en solo 54 hoyos, contra un campo de 48 jugadores, no es tan exigente como un evento del PGA Tour jugado en 72 hoyos contra otros 155 jugadores.
La OWGR, y hasta cierto punto incluso su propia calificación mundial obtenida por golpes , está más preocupada por cómo les va a los golfistas unos contra otros que cómo les va frente a la variedad de campos en los que juegan.
El objetivo de un torneo de golf es ganar, por supuesto, por lo que ganar debería ser recompensado en la fórmula PGHI. Pero la confianza de la OWGR en la fuerza del campo también la convierte en una profecía autocumplida: la fuerza de un campo está determinada por la clasificación mundial de sus jugadores, que esos jugadores logran jugando en eventos con campos fuertes.
Mientras tanto, Pro Handicap elimina la mayor parte de la subjetividad de determinar el valor de un torneo sobre otro y regresa a las preguntas más simples de qué tan bien juegas en este nivel de campos bajo estas circunstancias específicas.
Nuevamente, si el objetivo es reunir a los golfistas más calificados para los torneos más importantes, esto podría hacerlo.
Si un golfista del LIV Golf que aún no está exento quiere demostrar por qué merece ser incluido en los torneos más importantes, el camino para hacerlo estaría ahí. Pero ese camino es más estrecho por una razón. Una calificación de campo ajustada reflejaría si los campos del LIV Golf generalmente se configuran más fácilmente que los del PGA Tour, y el índice de dificultad probablemente revelaría el desafío de cada vuelta. E
Están jugando contra solo 47 jugadores, para empezar, y dado que la fórmula otorga mayor peso a las rondas a medida que avanzan los torneos, el formato de 54 hoyos del LIV Golf significa que su ronda final no será tan "pesada" como la cuarta ronda de un torneo de 4 vueltas.
Si has leído hasta aquí, es porque crees que el Pro Handicap tiene un mérito real o porque crees que es tan absurdo que no puedes mirar hacia otro lado.
De hecho, ambos podrían ser ciertos. El Pro Handicap es de hecho un sistema imperfecto. Pero dado el estado imperfecto del golf en estos días y el sistema imperfecto que se esfuerza por reemplazar, aún podría funcionar.
Después de la victoria de este fin de semana de Abraham Ancer en el torneo Saudi International queda claro que el ranking mundial del golf profesional, OWRG, tal y como está ahora mismo no significa nada en cuánto al mérito y el juego de los profesionales del golf.
Ya varios jugadores se habían manifestado anteriormente, desde Brook Koepka hasta Bubba Watson, indicando que con la aparición del LIV Golf y sus torneos en los que están unos cuantos de los mejores jugadores del mundo, la clasificación del ranking mundial solo vale para que los que nunca estarían entre los mejores hayan llegado por trámites burocráticos.
The top of the leaderboard at the Saudi Intl hardly changed all week. Abraham Ancer wins it w/o too much drama and will get a good dose of #OWGR oxygen, up provisionally to #26 in the world. Runner up Cam Young could move up one spot to #16 (subject to what Jordan does at Pebble)
— Nosferatu (@VC606) February 5, 2023
Empezó brillantemente y su final tampoco estuvo nada mal. Liderando de principio a fin después de abrir con 63, siete bajo par, Abraham Ancer consiguió el título y se llevó un cheque por $1 millón en el PIF Saudi International del Asian Tour.
Cerrando con un 68 en el que solo perdió un golpe de su ventaja, hizo un total de 261, 19 bajo par del mexicano de 31 años, con dos golpes mejor que el subcampeón Cameron Young en lo que pareció un enfrentamiento uno a uno entre el LIV Golf y el actual novato del año del PGA Tour. El australiano Lucas Herbert fue tercero, cuatro golpes por detrás del campeón y uno por delante del tailandés Sadom Kaewkanjana.
Solo una vez y solo brevemente durante la ronda final en el Royal Greens Golf & Country Club de 7,010 yardas en King Abdullah Economic City, Ancer fue empatado. Cuatro birdies en los primeros siete hoyos de Young, uno de los tres miembros del PGA Tour que solicitó y recibió una invitación al torneo para competir en el evento, hicieron que empatase con Ancer. Pero el 2 de Ancer en el par 3 corto del hoyo 8, donde Young hizo bogey, abrió una ventaja de dos golpes que nunca más volvió a cerrarse del todo. Sin tener que hacer otro birdie en los 10 hoyos finales, el graduado de la Universidad de Oklahoma que saltó al LIV Golf del PGA Tour el verano pasado mantuvo cómodamente su ventaja sobre Young, quien volará de regreso a los EE. UU. para jugar en el WM Phoenix Open de la próxima semana, uno de los nuevos eventos "designados" del PGA Tour.
“Fue muy divertido y la primera vez que pude ganar de inicio a fin”, dijo Ancer, cuyas cuatro victorias profesionales han llegado en cuatro giras diferentes ( Web.com , PGA Tour, PGA Tour of Australasia y ahora, la gira asiática). “Jugué bien todos los días. Seguía diciéndome a mí mismo que estaba en el puesto 20 y realmente no miraba mucho la tabla de clasificación. Me sentí bastante en control de mi juego”.
Todo lo cual contrastaba con la única salida anterior de Ancer en 2023. Una semana antes, se había perdido el corte en el Hero Dubai Desert Classic del DP World Tour.
“Sé por años anteriores que el primer evento después del descanso no suele ser muy sólido”, dijo Ancer. “Especialmente en la primera ronda, siempre estoy oxidado. De hecho, jugué bien en la segunda ronda y solo me perdí el fin de semana por un golpe. Así que vine aquí sintiendo que mi juego estaba en un buen lugar. Necesitas poca memoria como golfista. Y esta semana fue, creo, lo máximo que he sentido en control de la pelota de golf. Hice solo dos bogeys en toda la semana. Así que este tiene que ser uno de los mejores torneos de golpes de pelota que he tenido, seguro.
“Nunca me gusta sentirme cómodo hasta el punto en que siento que puedo hacer un par”, continuó, a pesar de hacer exactamente eso en los últimos nueve hoyos. “No querrás estar pensando eso. Me mantuve concentrado en estar en el momento, incluso cuando Cam salió disparado e hizo algunos birdies en los primeros nueve. El par salvado que hice en siete fue enorme. Luego, el putt largo que hice para birdie en el ocho realmente marcó la pauta y me calmó”.
Si bien Ancer fue la estrella indudable del espectáculo, esta fue una semana dominada por aquellos, como el campeón, que compiten en la LIV Golf League (el patrocinador principal de este evento es también el patrocinador financiero del circuito de golf emergente). De los 11 primeros clasificados, además de Kaewkanjana, solo Young y Herbert (quien también recibió un permiso del PGA Tour para jugar esta semana) no eran habituales en el circuito respaldado por Arabia Saudita. De hecho, el evento en Royal Greens sirvió para muchos como un torneo de preparación antes de la apertura oficial de la temporada de LIV Golf a finales de este mes en Mayakoba Golf Resort en México.
La victoria de Adrian Meronk en el Abierto de Australia de 2022 llevó al golfista polaco al puesto 52 en el Ranking Mundial Oficial de Golf más reciente. Y si las proyecciones del gurú de la OWGR de Twitter, Mosferatu, se cumplen, Meronk en realidad subirá entre los 50 primeros en la clasificación final de la OWGR de 2022, casi asegurando su primera invitación de Masters para abril (suponiendo que Augusta National continúe invitando a los 50 primeros del año). clasificación final). También ayudará a eliminar una cara familiar de ese estado OWGR.
La victoria de Meronk Down Under significa que ahora se proyecta que Brooks Koepka termine el año por encima de ese importante umbral. Y que es la primera vez que Koepka estará fuera del top 50 desde que se mudó por primera vez hace más de ocho años.
NEWSFLASH
— Nosferatu (@VC606) December 4, 2022
One collateral damage coming from Adrian Meronk's win at the #AustralianOpen is the fact that Brooks Koepka is now guaranteed to finish the year outside Top 50 in the world for the first time in eight years, since he first moved in (Nov 2014)... #OWGR
Por supuesto, esto no es nada nuevo con los eventos de LIV Golf que aún no son elegibles para puntos de clasificación mundial , y los golfistas de las LIV Golf Series posteriormente caen en las clasificaciones de OWGR.
La semana pasada, Sergio García salió del top 100 por primera vez desde 1999. El nuevo Tour ha estado luchando por el estatus de OWGR, pero hasta ahora se le ha negado, incluso después de asociarse con el MENA Tour existente.
Afortunadamente para Koepka, esto no significa mucho más que orgullo personal. Gracias a su victoria importante más reciente, el PGA Championship de 2019, está exento del Open Championship hasta 2023 y del Masters hasta 2024. Y tiene una exención de por vida para la PGA y una exención de 10 años (hasta 2028) para EE. UU. Abierto como un campeón anterior. Pero otro golfista que ha estado fijo en las tablas de clasificación de los principales campeonatos en los últimos años no es tan afortunado.
Ese sería Louis Oosthuizen, quien cayó del puesto 50 al 51 el lunes. El sudafricano tiene una exención hasta los 60 años en el Campeonato Abierto como ganador de 2010, pero ahora no está clasificado para ninguno de los otros tres grandes en 2023. Sin embargo, está jugando en el Campeonato Alfred Dunhill de esta semana, por lo que todavía tiene la oportunidad de clasificarse.
Oosthuizen tuvo un año difícil en las mayores el año pasado, pero terminó entre los tres primeros en cuatro de cinco mayores a partir del US Open 2020. Se burló de sí mismo por tantas llamadas cercanas con un video de sincronización de labios en 2017 después de completar el Grand Slam de su carrera, de subcampeones.
Otros notables del LIV Golf que cayeron en el ranking mundial OWGR incluyen a Dustin Johnson, que bajó al No. 40, y Kevin Na, al No. 47. Cameron Smith permaneció en el No. 3 gracias en parte a su reciente victoria en la PGA australiana, pero ha dicho no poder subir al No. 1 (a menos que agregue más eventos sancionados por OWGR a su calendario) "es un poco molesto". En el lado positivo para el australiano, está en todos los grandes hasta al menos 2027 luego de su victoria en el Open Championship en julio.
Durante meses, el elefante en la habitación ha sido el LIV Golf. Ahora, es el nuevo sistema de puntos OWGR.
En las últimas semanas, las críticas sobre la asignación de puntos de clasificación han ocupado los titulares sobre gran parte de lo que realmente está sucediendo en el campo, con el actual número 5 del mundo, Jon Rahm, diciendo que "OWGR, en este momento, es ridículo".
Esos comentarios contrastaron con los hechos por Rory McIlroy, actualmente el número 1 del mundo, quien calificó el nuevo método de asignación como “un sistema mucho más justo”.
La disputa parece ser sobre cómo la organización trata la calidad general del campo. Rahm sintió que el ganador del DP World Tour Championship valía más puntos que el eventual campeón del RSM Classic, pero la justificación parecía ser (en palabras de McIlroy), “tienen 90 jugadores más para contribuir a su fuerza de campo. Entonces, la razón por la que esto tiene 21 puntos, y el RSM tiene 39 es que la persona que gana el RSM tiene que vencer a otros 139 jugadores profesionales de golf”.
Cam Smith, quien seguramente competiría por el primer puesto si se hubiera quedado en las giras regulares, es otro que se une al argumento en contra de los métodos actuales, calificándolos de “cada vez más irrelevantes” . Por supuesto, ganó el Campeonato Abierto y la PGA australiana en los últimos meses, pero no recibió nada por sus esfuerzos en la serie LIV.
Ahora agregue a Justin Thomas, otro ex número uno del mundo, al argumento que esta vez, la discusión fue por qué un evento de campo limitado, el Hero World Challenge, fue recompensado con más puntos que el torneo en el Indonesian Masters.
El argumento de JT fue bastante claro:
¿Un evento con 15ish (lo siento, no estoy seguro del número exacto) de los 20 mejores del mundo? Se trata de la calidad del campo. El nuevo sistema está dañando eventos como este más que eso. Como todo en el golf, juega lo suficientemente bien en grandes eventos y serás recompensado.
– Justin Thomas (@JustinThomas34)2 de diciembre de 2022
JT también comentó sobre el hecho de que en el LIV Golf, con jugadores como Dustin Johnson, Patrick Reed y Brooks Koepka, no reciba ni un solo punto de la OWGR, diciendo:
“No tengo ningún problema con que obtengan puntos. Solo necesitan cumplir con los criterios como todos los demás. Pero no lo hacen en siete de las ocho categorías según tengo entendido. Cada Tour pasó por el proceso de 2-3 años para ganar puntos OWGR. No hay razón para que no sean diferentes, ¿verdad?
Ahora, el dos veces campeón del Masters y ex número dos del mundo, Bubba Watson, se unió.
Watson, quien saltó con entusiasmo al LIV durante el verano, argumentó que otras giras, en particular el PGA Tour de China, no han tenido que esperar para 'clasificarse' para lo que era un estado de clasificación vital.
Es fácil repetir cosas que otros dicen sin conocer los hechos. No todos los Tours están obligados a esperar el estado OWGR. El PGA Tour China fue confirmado por puntos antes de jugar su primer evento en 2014. OWGR también tiene una larga historia de otorgar puntos a eventos de 54 hoyos.#GoogleSucedió
– bubba watson (@bubbawatson)4 de diciembre de 2022
Con respecto al argumento de que los eventos de tres rondas deben excluirse de los puntos de clasificación, Watson tuiteó una lista de recorridos aprobados por las autoridades de clasificación que ofrecen eventos de 54 hoyos.
La página de historial en el sitio web de OWGR muestra algunos de los recorridos aprobados para eventos de 54 hoyos que obtienen puntos OWGR.https://t.co/9xUNgUyAyZ #SoloDiciendo #LoveYouAlwaysJT
– bubba watson (@bubbawatson)4 de diciembre de 2022
Desafortunadamente, los seguidores se mostraron casi unánimemente en contra del argumento de Bubba, resumido en tuits como:
It’s easy to repeat stuff others say without knowing the facts. Not all Tours are forced to wait for OWGR status. PGA Tour China was confirmed for points before playing its first event in 2014. OWGR has a long history of awarding points to 54-hole events too. #GoogleItItHappened
— bubba watson (@bubbawatson) December 4, 2022
Parece haber argumentos lo suficientemente fuertes por ambas partes, y claramente no todos en el PGA Tour están de acuerdo con el nuevo sistema. Parece otro lío con el que lidiar cuando el golf entra en un nuevo año con solo una posibilidad pasajera de que todos lleguen a un acuerdo satisfactorio.
El debate sobre el Ranking Mundial de Golf significa que necesitamos otro método para comparar golfistas. Eso es todo y no es poco.
Para la mayoría de los golfistas, la forma de medir nuestra habilidad en el juego es el hándicap. Es una medida no solo de nuestras puntuaciones, sino también de la dificultad de dónde jugamos. Ambos factores son esenciales.
¿Por qué los profesionales no necesitan desventajas? Porque los profesionales siempre juegan directamente, y el objetivo principal del hándicap es ayudar a los jugadores de diferentes habilidades a llegar a una forma de competencia justa. Pero un sistema de handicap entre profesionales, o al menos una ligera variación, podría ser útil en otro lugar.
Para los que no prestan atención, el golf profesional se encuentra en un punto de inflexión. Hay tours de golf profesionales en competencia , y una serie de campeonatos importantes atrapados en el medio que piden determinar quién es elegible para jugar en ellos y quién no. Por ahora, esos grandes se basan en el Ranking Mundial Oficial de Golf (OWGR) para hacer muchos de esos cálculos, pero ese sistema también tiene críticas.
El conflicto central: la OWGR no otorga puntos de clasificación para los eventos de LIV Golf, lo que significa que los jugadores de LIV están cayendo en las clasificaciones y corren el riesgo de quedar excluidos de futuros majors.
¿Están esos jugadores realmente empeorando? En realidad no, y ahí radica el problema. Cualquier sistema que dependa de la comparación del desempeño de los golfistas en eventos específicos se vuelve problemático en el momento en que comienza a debatir la validez de los eventos de un recorrido frente a los de otro.
Pero, ¿y si el sistema que evalúa el mérito de los jugadores se basara menos en contra quién jugaron y más en cómo jugaron en campos específicos? En otras palabras, ¿y si el golf profesional tuviera algo así como su propio hándicap?
Ahora, antes de continuar con esta idea, un par de advertencias. El concepto se basaría en algún momento en un algoritmo bastante intrincado, pero ese algoritmo debería ser ideado por casi cualquier persona que no sea esta estudiante universitaria de inglés.
En segundo lugar, la razón por la que el sistema actual tiene fallos es porque contiene algunos sesgos inherentes, y mi concepto aspira a eludir las áreas más problemáticas. Pero algo de subjetividad es inevitable, por lo que el desafío es al menos colocar las llamadas de juicio en los elementos menos tensos.
De todos modos, volvamos al sistema de handicap, que en su esencia hace dos preguntas: ¿cuánto hicistes y dónde jugastes? Necesita ambos porque los golfistas reconocen que un 70 en ciertos campos es mucho más difícil que un 70 en un campo de 5700 yardas con greens planos y sin obstáculos.
Pero para los golfistas profesionales, dos preguntas no son suficientes. El nivel de talento en el golf profesional es más profundo que nunca. Muchos jugadores publican resultados absurdamente bajos en mini-tours, y aunque se reconoce ampliamente que el PGA Tour tiene las configuraciones más difíciles, no todos los campos de golf de los otros tours son fáciles de manejar. Sin embargo, ¿deberían todos esos jugadores ser elegibles para el Masters? Probablemente no.
Sabiendo eso, la primera desviación para el Pro Golf Handicap Index (PGHI) sería la necesidad de un análisis más profundo de los campos de golf, lo que llamo la Calificación Ajustada del Campo (ACR).
Recuerde, en los niveles más altos de golf, los diseños que los jugadores deben navegar en los torneos apenas se parecen a los que enfrenta un jugador promedio en semanas normales. Rough es más alto, los greens son más rápidos, los pines se colocan más cerca de los bordes.
En un Pro Golf Handicap, debería haber un sistema de calificación del campo que también tenga en cuenta las variables de configuración, es decir, hacer 70 golpes en cualquier campo fácil ya es muy bueno, pero si lo haces en el US Open condiciones, es élite.
¿Cómo llegaríamos a este cálculo? Podría ser una combinación de tener en cuenta números fijos (velocidades de los greens, altura aproximada, distancias entre los pines y los collares), pero también comparar los puntajes con el promedio de campo de ese día. Las fórmulas de golpes ganados están diseñadas de manera similar, y la OWGR también tiene una de ellas, pero por razones que explicaré más adelante, la métrica de golpes ganados de la OWGR también es problemática.
Por lo tanto, la calificación ajustada del campo es un requisito exclusivo de un Pro Handicap.
El otro es ciertamente aún más complejo, porque como sabemos, el rendimiento de un golfista profesional no se trata solo de lo que dispara y dónde, sino también de cuándo.
La importancia del torneo, lo que estaba en juego, si comenzaron el día con ventaja o estaban 10 golpes atrás: esta es otra capa de contexto que contribuye al grado de dificultad de las puntuaciones.
Nuevamente, si estamos de acuerdo en que hay una diferencia entre hacer 70 en diferentes configuraciones de campo, probablemente también podamos estar de acuerdo en que hay una diferencia entre disparar 70 el jueves por la mañana de un evento del Korn Ferry Tour y el domingo por la noche de un US Open. Para que esta fórmula funcione, se requeriría una combinación de datos históricos (puntuaciones promedio del líder de la ronda final,
Índice de hándicap de golf profesional* = ([Clasificación del campo ajustada x Índice de dificultad situacional] - Puntaje del torneo de 18 hoyos) ÷ Rondas del torneo
(*También está la cuestión aún más turbia del dinero. Uno podría suponer que cuanto más dinero esté en juego en un evento, mayor será la magnitud, y en algunos casos eso es cierto. PERO... si una gira arroja montones de dinero a los jugadores para empezar y incluso el dinero del último lugar está garantizado y es significativo, se podría argumentar que el pago deja de jugar un papel determinante).
Entonces, ¿podría esto realmente funcionar? ¿Podría un Pro Handicap reemplazar al OWGR como una forma más justa de comparar a un jugador con otro?
Aquí es importante recordar el problema que estamos tratando de resolver y las razones por las que el sistema actual no lo hace.
Más allá de la fuente de financiamiento del LIV Golf, sus detractores dirán que su producto competitivo es inferior, un recorrido que busca legitimidad mediante la colocación de algunos ceros al final de las bolsas del torneo.
En ausencia de puntos en el Ranking Mundial para sus eventos, los jugadores que de otro modo no estarían exentos de los Majors descenderán más en el OWGR hasta quedar completamente excluidos.
A lo que se podría decir, mala suerte. Esta fue la elección que hicieron esos jugadores cuando se unieron a LIV. Tal vez eso sea cierto, pero recuerde, los campeonatos principales son los eventos más importantes del golf porque reúnen a los mejores jugadores en los mejores campos.
Excluir a los golfistas de las LIV Golf Series de competir pone en peligro esa promesa y, a su vez, socava la importancia de las grandes. Esto podría ser malo para el golf.
Entonces, si queremos que los mejores jugadores de golf sean elegibles para los torneos más importantes, entonces necesitamos un método de manzanas con manzanas para determinar el nivel de juego actual de un jugador.
La OWGR está revisando actualmente la solicitud de LIV Golf para otorgar puntos para el Ranking Mundial, pero parece que los torneos LIV no cumplirán con los requisitos de inclusión de la OWGR.
Ganar un evento de LIV Golf, en solo 54 hoyos, contra un campo de 48 jugadores, no es tan exigente como un evento del PGA Tour jugado en 72 hoyos contra otros 155 jugadores.
¿Pero no deberían esas actuaciones contar para algo ? Y si es así, ¿cómo?
La OWGR, y hasta cierto punto incluso su propia calificación mundial obtenida por golpes , está más preocupada por cómo les va a los golfistas unos contra otros que cómo les va frente a la variedad de campos en los que juegan.
El objetivo de un torneo de golf es ganar, por supuesto, por lo que ganar debería ser recompensado en la fórmula PGHI. Pero la confianza de la OWGR en la fuerza del campo también la convierte en una profecía autocumplida: la fuerza de un campo está determinada por la clasificación mundial de sus jugadores, que esos jugadores logran jugando en eventos con campos fuertes. (Levanta la mano si te duele la cabeza).
Mientras tanto, Pro Handicap elimina la mayor parte de la subjetividad de determinar el valor de un torneo sobre otro y regresa a las preguntas más simples de qué tan bien juegas en este nivel de campos bajo estas circunstancias específicas. Nuevamente, si el objetivo es reunir a los golfistas más calificados para los torneos más importantes, esto podría hacerlo.
Si un golfista del LIV Golf que aún no está exento quiere demostrar por qué merece ser incluido en los torneos más importantes, el camino para hacerlo estaría ahí. Pero ese camino es más estrecho por una razón. Una calificación de campo ajustada reflejaría los campos del LIV Golf que generalmente se configuran más fácilmente que los del PGA Tour, y el índice de dificultad situacional probablemente revelaría que la mayoría de las rondas de torneos del LIV Golf, por definición, no presentan un desafío tan grande.
Estás jugando contra solo 47 jugadores, para empezar, y dado que la fórmula otorga mayor peso a las rondas a medida que avanzan los torneos, el formato de 54 hoyos de LIV significa que su ronda final no será tan "pesada" como la cuarta ronda de un torneo PGA Tour
Si has leído hasta aquí, es porque crees que el Pro Handicap tiene un mérito real o porque crees que es tan absurdo que no puedes mirar hacia otro lado.
De hecho, ambos podrían ser ciertos. El Pro Handicap es de hecho un sistema imperfecto. Pero dado el estado imperfecto del golf en estos días y el sistema imperfecto que se esfuerza por reemplazar, aún podría funcionar.
Este miércoles 28 de diciembre la junta directiva del Official World Golf Ranking envió un comunicado de prensa anunciando que un nuevo circuito de golf que juega torneos de 54 hoyos se incluirá en el sistema OWGR en 2023.
Si los jugadores y ejecutivos de LIV Golf sintieron una sensación momentánea de emoción al ver el comunicado, fue solo eso, momentáneo, después de leer la letra pequeña.
La junta reveló que la gira que se agregará es el Tour de Golf Profesional de Mexico, un circuito de desarrollo de cinco años respaldado por la Federación Mexicana de Golf que anteriormente ha organizado torneos en conjunto con el PGA Tour Latinoamérica.
“Este es un hito significativo para el golf y OWGR está profundamente agradecido por los resultados y los esfuerzos continuos en el avance del deporte del golf en México”, dijo el presidente de OWGR, Peter Dawson. “Esperamos ver el progreso del Tour de Golf Professional de Mexicana, ya que continúa desempeñando un papel clave en el desarrollo de los jugadores de la región”.
El comunicado fue breve y no hizo mención del LIV Golf u otros tours en busca de inclusión en el sistema OWGR. Sin embargo, los detalles ofrecidos explicaron por qué se agregó este Tour mejicano y, al mismo tiempo, enviaron un mensaje sutil sobre por qué era diferente de otros que buscaban la aprobación de OWGR.
“Desde su inicio en 2017”, señaló el comunicado, “este Tour, junto con el apoyo de la Federación Mexicana de Golf, ha trabajado continuamente para alcanzar los estándares requeridos para convertirse en un Tour de Golf elegible para OWGR”.
Los torneos oficiales del circuito de Méjico, como el LIV Golf, se llevan a cabo en 54 hoyos pero tienen cortes de 36 hoyos, algo que los eventos LIV no tienen actualmente.
Los funcionarios relacionados con el proceso de revisión de OWGR han citado la falta de un recorte como un posible obstáculo en la solicitud de estatus de OWGR de LIV .
El comunicado de OWGR también señaló que los jugadores tienen acceso a los torneos oficiales del Tour a través de un proceso de calificación abierto anual y que el circuito brinda oportunidades para que los jugadores locales y regionales compitan.
“Como tal,el Tour de Golf Profesional de Méjico cumple con los criterios de elegibilidad y formato de OWGR que brindan inclusión para recorridos profesionales en el nivel de desarrollo con puntos de clasificación disponibles acordes con el formato y los campos anticipados”.
La calificación abierta y las oportunidades para progresar a la membresía completa del Tour se consideran criterios necesarios para que las giras obtengan la inclusión de OWGR y algo que LIV se considera que falta.
El "plan de descenso" de LIV Golf está destinado a remediar esto, pero difícilmente es un sistema abierto cuando algunos jugadores están exentos del proceso.
El comunicado de OWGR señaló que el proceso de solicitud y revisión del circuito de Golf mejicano duró 16 meses.
Ese sería más rápido que el tiempo de revisión que, según los informes, se toma para que se aprueben otros circuitos, pero aún más largo que el período de tiempo que los ejecutivos del LIV Golf esperaban.
El CEO de LIV Golf, Greg Norman, ha argumentado que las altas clasificaciones de varios jugadores asociados con la gira desde su inicio el verano pasado garantizarían la inclusión de LIV en el sistema OWGR sin demora y que los eventos anteriores de LIV deberían otorgar puntos retroactivamente.
"Entiendo que OWGR tiene que pasar por un proceso con un comité técnico y dicen que hay un período de tiempo por el que pasar, entiendo todo eso", dijo Norman en noviembre. "Pero al final del día, conocer a los jugadores que están sentados al margen que se están perdiendo, lo que es perjudicial para el PGA Tour y las Grandes Ligas también, te muestra que la OWGR nunca estuvo preparada para una nueva entidad como LIV Golf”.
En septiembre, se envió una carta firmada por toda la lista de jugadores de LIV al presidente de la junta de OWGR, Peter Dawson, solicitando su inclusión inmediata.
La ansiedad de LIV de que su evento ofrezca puntos OWGR se deriva del hecho de que a sus jugadores se les ha prohibido jugar en eventos del PGA Tour que ofrecen esos puntos. Por lo tanto, desde que los jugadores comenzaron a unirse al circuito LIV en el verano, han visto caer su Ranking Mundial .
De los 54 profesionales que han competido en tres o más eventos LIV, 47 vieron caer su clasificación mundial desde la semana anterior a unirse a LIV a la lista final de OWGR de 2022.
Perder su lugar en el ranking mundial se convierte en un problema para los jugadores que esperan clasificarse para los campeonatos principales a través de su estado OWGR. El Masters, por ejemplo, invita a competir a los 50 mejores de la OWGR de fin de año, así como a los 50 mejores de la OWGR la semana en que se juega el major en abril. La USGA y la R&A también utilizan la OWGR en parte para clasificarse para el US Open y el Open Championship, respectivamente.
En otro intento por obtener acceso inmediato a la OWGR, LIV anunció en octubre que se había asociado con Mena Tour , un tour de desarrollo en el Medio Oriente que ya estaba dentro del sistema OWGR. Pero la junta de OWGR anunció que necesitaba más tiempo para revisar la solicitud y, por lo tanto, rechazó la solicitud de LIV .
