Entrevista a Sergio García jugador del LIV Golf, resumen:
Enzo, que todavía no ha cumplido cuatro años, atraviesa por debajo de la catenaria del hoyo 9 del Camelón Golf Club de Mayakoba, sin tener que agacharse para abrazar a su padre. Es el más joven de la familia. Hace 25 años, su padre, Sergio García (Borriol, 1980), transformó eso en un sobrenombre de juventud en un mundo donde él era casi una excepción. Hoy en día, el golf está lleno de adolescentes y Sergio, ahora en el LIV Golf, compite con ellos desde su madurez.
Pregunta: Pronto cumplirá 25 años como profesional. ¿El golf le ha proporcionado felicidad? Respuesta: Absolutamente. Me considero muy afortunado de haber podido dedicarme a esto durante tantos años. He tenido la oportunidad de hacer lo que amo, que es jugar al golf, y creo que lo he hecho bastante bien. No mucha gente puede decir eso.
Pregunta: Si tuviera que destacar un momento y eliminar otro, ¿cuáles serían?
Respuesta: Es difícil porque son muchos años. Elegir el mejor momento es complicado porque podrías pensar en el Masters de 2017, pero también he tenido grandes momentos en la Ryder Cup y en España. Si sólo pudiera elegir uno, diría que el Masters. Hubo momentos difíciles, pero lo importante es aprender de ellos. En el campo, el final del British Open de 2007 fue duro, aunque hice muchas cosas bien. Y luego también fue duro el altercado con Tiger.
P: Ahora está en el LIV Golf, un campeonato que tiene menos días de competición. ¿Es como pasar de la cultura del esfuerzo a la de la optimización? ¿Se puede interpretar así?
R: No lo llevaría a esos extremos. Pero sin duda, ahora optimizamos más lo que hacemos. Además, si quieres prolongar tu carrera lo máximo posible, jugar 30 o 35 torneos al año es muy complicado. Son muchos viajes, muchas horas en el golf, mucho entrenamiento, es mucho de todo y el cuerpo aguanta lo que aguanta. El LIV nos está dando una oportunidad de hacer lo que amamos, ganarnos la vida bien o muy bien y poder prolongar las carreras.
P: ¿También le ha ayudado a la conciliación familiar?
R: Eso es lo más importante. Para mí el golf es importante porque adoro jugar, pero lo más importante es mi familia. Pasar más tiempo con nuestros hijos, con mi mujer, disfrutar de eso y hacer otras cosas es de agradecer. Por ejemplo, la Academia de golf en España y estamos considerando la posibilidad de abrir otra en otro lugar, hacer mucho más trabajo con la Fundación. En los dos últimos años en Austin hemos recaudado casi 5 millones de dólares.
P: ¿Sigue teniendo el mismo colmillo afilado para competir o eso ha bajado?
R: Eso es algo que es curioso. Cuando llegamos al LIV, la gente decía: Bah, esos ya no compiten, ya como ganan más dinero y tal… Solo hace falta ver lo que está pasando esta semana, todo el mundo está entrenando, todos son competidores, quieren hacerlo bien y yo no soy diferente. El trabajo lo seguimos poniendo igual y la competición es igual de dura.
P: ¿Qué supone la llegada de Rahm al LIV?
R: Es un plus increíble. No solo la suya. La suya es la más importante, pero que Hatton también haya venido y otros está muy bien. Es importantísimo que los jugadores de ese calibre den el paso y vengan aquí. Significa que el dinero es importante, sí, pero no solo eso. Que el producto es bueno.
P: ¿Su llegada le alivió personalmente un poco? En el sentido de las críticas.
R: Cuando di el paso pensé que era lo mejor en ese momento. No significa que si no hubiese venido aquí, hubiera dejado el golf, no. Hubiera seguido jugando el PGA Tour porque es lo mejor que había. Se nos criticó más y estoy orgulloso porque ahora a Jon y a los que han venido ahora, no se les está criticando. Si valió para eso, no hay problema.
P: Mucha gente del PGA Tour, quiere amnistiar a los que os fuisteis. ¿No ha llegado también el momento de decir que en el LIV todos son bienvenidos?
R: Aquí esto son decisiones personales. Si Rory, Justin Thomas, Patrick Cantlay o quien sea están en el PGA Tour porque creen que es lo mejor, ¿quién soy yo para decirles que no? Algunos opinaron como si estuvieran tomando nuestra decisión en vez de la suya y eso quizás es incorrecto.
P: ¿El golf puede sobrevivir cada uno por su lado?
R: Por supuesto. Pero al final se va a ir acercando todo un poco más.
P: No estuvo en la última Ryder, ¿la vivió con pena?
R: Un poco sí. Lo que significa la Ryder para mí y lo que he conseguido con el equipo europeo no se olvida. Con pena, pero, al mismo tiempo, con ganas de que lo hicieran bien y les mandé mensajes cada dos por tres. Jon me hizo preguntas, me pidió algún consejo de cómo ser un poco más el líder del equipo. Y yo encantado de ayudar en todo lo que pude desde atrás. Vi todo lo que pude, celebré cada punto de los europeos y encantado de que ganasen al final.
P: En una promoción del LIV se le nombra como el jugador con más opciones de ganar un grande entre los del circuito. ¿Lo dijo porque tocaba o por convicción?
R: Si no me viera con opciones, ni los jugaría.