Sergio García ha logrado su primera victoria en el LIV Golf y la cuarta en Valderrama, aprovechando un error crucial del indio Anirban Lahiri. Este último falló un putt desde un metro en el hoyo 18, lo que abrió la puerta al desempate. García, de 44 años, remontó siete golpes el último día y se llevó la victoria en el segundo hoyo de playoff.
García comenzó el día con una tarjeta de 66 golpes, a pesar de haber cometido un bogey. Su único error del día fue subsanado rápidamente, y con una serie de birdies, especialmente en los hoyos impares cerca de la casa club, logró empatar con Lahiri. Su golpe más brillante llegó en el hoyo 12, donde casi consigue un hoyo en uno, quedándose a solo 20 centímetros del mástil.
Lahiri, quien no ha ganado un trofeo desde 2015, comenzó el día con una ventaja de tres golpes sobre Danny Lee, cinco sobre Chacarra y siete sobre García. A pesar de perder la armonía en sus segundos golpes, se defendió bien hasta el hoyo 14, donde cometió un bogey crucial. Aunque consiguió un birdie en el hoyo 17, su error en el hoyo 18 le costó la victoria, dejando a García como líder en solitario.
El error de Lahiri también tuvo consecuencias en la clasificación por equipos. Los Fireballs, representados por David Puig y Abraham Ancer, superaron a los Crushers de DeChambeau y Paul Casey, llevándose así la victoria por equipos en el torneo.
Otros resultados notables incluyen a Patrick Reed y Louis Oosthuizen con 210, Cameron Smith, Joaco Niemann y Danny Lee con 211, y Bryson DeChambeau con 212. Jon Rahm finalizó con un total de 213, mientras que Eugenio López Chacarra terminó con 214.
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Anirban Lahiri sufrió una dolorosa derrota al fallar un putt de un metro en el hoyo 18, lo que no solo le costó la victoria individual sino también una significativa suma de dinero. Lahiri, quien había mantenido una ventaja de tres golpes al inicio de la jornada final, dejó escapar una oportunidad crucial que abrió la puerta para que Sergio García ganara en el segundo hoyo de desempate.
El fallo de Lahiri en el putt de un metro tuvo un impacto financiero considerable. Perdió aproximadamente 4,8 millones de dólares debido a este error. Esta cifra se desglosa en 1,8 millones de dólares que habría ganado personalmente por la victoria individual y 3 millones de dólares que el equipo Crushers, al que pertenece, dejó de ganar en la clasificación por equipos. Esta derrota tuvo un efecto doblemente negativo, ya que no solo perdió el título individual, sino que también afectó significativamente la posición de su equipo en la competición.
Gonzalo Fernández-Castaño, un experto en el campo, comentó que después de que Lahiri mandara la bola al bosque en el hoyo 16, parecía claro que su oportunidad de ganar se estaba desvaneciendo. La presión y el nerviosismo se hicieron evidentes en los últimos hoyos, culminando en el desafortunado error en el hoyo 18. Lahiri, que no levanta un trofeo desde 2015, estaba muy cerca de romper su sequía, pero el fallo final le costó caro.
Esta derrota subraya la importancia de la precisión y el control bajo presión en el golf profesional, donde incluso los errores más pequeños pueden tener enormes repercusiones tanto deportivas como financieras.
